lunes, 23 de mayo de 2011

Qué aporta el Movimiento del 15 de Mayo a la ciberanimación sociocultural

Desde distintos ámbitos, tal y como señalábamos en nuestra ponencia en el I Encuentro sobre ecología, espiritualidades y éticas, se ha venido señalando la importancia que están adquiriendo las redes sociales y demás herramientas de la web 2.0, no sólo en la movilización (lo que se conoce como ciberactivismo) sino en el debate político-social a través de la Red, en el llamado ciberespacio.

Decíamos allí:

“Mientras que las empresas han tomado Internet y hablan de un nueva forma de hacer negocio, los colectivos sociales (ONGs, asociaciones, comunidades intencionales, etc.) siguen en la web antigua, la web unidireccional, estática, la web de las proclamas y la propaganda, sin utilizar las posibilidades que ofrecen las nuevas herramientas para el diálogo, la creatividad y el pensamiento colectivo, el compartir recursos, el trabajo cooperativo, el intercambio, la solidaridad y el apoyo mutuo.”

Aclarábamos que

“el ciberespacio, llamado por algunos un no lugar, es realmente un espacio por sus características, por las actividades que se ejercen no sólo a través de él, sino en él.”


Y abogábamos por un cambio de paradigma en los siguientes términos:

“La asunción de la web dinámica por los colectivos sociales sólo es posible mediante un cambio de paradigma por parte de estos mismos. Este cambio de paradigma implica un cambio de percepción de su rol como generadores de mensajes y propuestas sociales; una relación distinta con sus bases y con los destinatarios de sus propuestas; una asunción del nuevo lugar llamado ciberespacio y de su carácter universal, lo que lleva a una nueva relación entre lo local y lo global, un nuevo sentido de la participación, del diálogo, de la creatividad y del pensamiento colectivos, de la noción de intercambio, apoyo mutuo o solidaridad, del trabajo cooperativo y del hecho de compartir recursos en red.”


Los recientes acontecimientos del 15 de Mayo en nuestro país, como de los países árabes, vienen a corroborar nuestras apreciaciones ya que redes sociales y blogs han sido decisivos en el éxito de las convocatorias (que se gestaron y extendieron a través de Internet) y en su posterior mantenimiento, usándose como herramientas de cambio de ideas, organización y debate.

Cuando el movimiento surgido a partir del 15 de Mayo declara que es un movimiento asambleario añade la importancia que tiene la Red como medio de organización, comunicación y debate, para desarrollar la democracia directa y participativa que propugna.

Internet no es sólo un instrumento por el cual se hace posible el movimiento sino que, también, es un medio en el cual se produce el movimiento. Un espacio real en el que compartir.

El movimiento del 15 M ha superado a las organizaciones sociales tradicionales tanto en movilización como organizativamente. El pueblo ha demostrado ser más creativo que sus supuestos dirigentes. Aunque esto es una constante en los movimientos sociales.

Creemos que incorporar estos planteamientos es tarea de toda organización social si no quiere quedarse al margen. La presencia de cualquier asociación, grupo u organización social en Internet es imprescindible no sólo para difundir sus mensajes y propuestas sino también, y sobre todo, para el intercambio de ideas, recursos, conocimientos, para aprender a través del diálogo, el pensamiento colectivo, para compartir la creatividad y ejercer el trabajo cooperativo, la solidaridad y el apoyo mutuo. No se trata de estar en la Red para proclamar lo que creemos y por lo que luchamos sino para intercambiarlo con otros.

El viejo paradigma de las organizaciones “vanguardia de las masas” ha muerto con los movimientos árabes y la spanish revolution, el movimiento del 15 de Mayo.

Las redes sociales se han convertido, en contra de las opiniones de algunos (ciberpunk histórico y reciclados) en un instrumento para la organización, el aprendizaje, el diálogo, el debate.

Esta línea es la que proponen, en su práctica sociocultural, desde su inicio, y en la que trabajan los ciberanimadores. En esto hay coincidencia metodológica con los movimientos sociopolíticos actuales, si bien dejando claro que el trabajo de los ciberanimadores no es directamente político, somos simples “profesionales” (no necesariamente institucionalizados) de la animación.